Las niñas bien que la pasaron mal
Han pasado más de 30 años desde que Guadalupe Loaeza publicó sus crónicas de Las niñas bien, una serie de divertidos y ácidos textos que sin ser maliciosos retrataban a la élite mexicana de los ochentas, exhibida tanto por sus intereses como por lo ajena que estaba de cualquier otra realidad que no fuera la suya. Ahora, en su afortunada adaptación al cine nos adentramos al mundo de este grupo social de la mano de la directora Alejandra Márquez Abella quien nos propone un retrato tan humano como crítico muy vigente para estos tiempos. Sofía es el prototipo de “niña bien” de Las Lomas, casada con un “buen hombre”, con personal de servicio que se hace cargo de la casa mientras ella ocupa sus días entre ir de compras, asistir al club donde concurre su grupo de amigas y organizar su agenda alrededor de los múltiples eventos sociales. La estabilidad y el ritmo de vida al que hasta entonces Sofía estaba acostumbrada de pronto se ve amenazada por dos sucesos impre