El viñedo que nos une, un melancólico retrato de las relaciones familiares

Cédric Klapisch es un director que le gusta estudiar las relaciones humanas, sus oscuros lazos y sus luminosos pasillos. Lo comprobamos con sus películas como "El albergue español" y "Mi vida es un rompecabezas", que son parte de una trilogía que explora las relaciones humanas de algunos jóvenes universitarios que comparten un piso entero y con ellos sus propias vidas.

Ahora con "El viñedo que nos une" cuenta la historia de tres hermanos que después de diez años se vuelven a reconectar con su lazo fraternal mas profundo gracias a que su padre está muriendo. Jean, el hermano mayor regresa a su Borgoña natal para verlos después de tanto tiempo. Con este regreso vuelven a surgir reproches, heridas y problemas de antaño, al mismo tiempo que deben reconstruir sus relaciones como el negocio famliar: el vino.

"El amor es como el vino, necesita tiempo", con esta frase Klapisch sella su más reciente película y compara al amor con un buen vino. Su metáfora acerca del proceso vinícola para retratar la relación de tres hermanos es bastante efectiva, conmovedora, pero, sin caer en el melodrama o en el chantaje sentimental barato. Todo esto gracias al excelente guión que co- escribe con Santiago Amigorena, donde evitan a toda costa los exagerados dramas familiares pero dejando entrever el espíritu del sentimiento de los personajes en cada escena.
 

También cabe destacar que su técnica cuasi documental acerca de la producción vinícola tradicional es realmente fascinante retratándo a la perfección el tiempo que se toma una buena producción de vino. Las especias, las notas de sabor y las mezclas del tipo de uva hacen que su narrativa no solo sea emotiva, sino también informativa de una manera muy balanceada. 

Así mismo, la fotografía es muy naturalista. La película fue filmada a lo largo de todo un año para poder captar las estaciones del año dentro del viñedo y hacer así una marca de tiempo dentro de la historia de los personajes y sus relaciones personales así como sus conflictos familiares. Lo anterior complementado con excelentes actuaciones de Pio Marmaï, Ana Girardot y François Civil, que interpretan a estos tres hermanos en un proceso de reconexión familiar.




El cine francés no es conocido por ser tan explícito en lo que otro tipo de cine lo es, me refiero a que no son tan obvios en algunos aspectos, dejan que el mismo expectador resulva sus propias ideas acerca de lo que pasó dentro de la historia y que le dé su propia interpretación. Cédric se preocupa más porque el público conecte con los personajes, logrando un mejor delineado de los mismo, profundizando más en sus razones que en sus resoluciones, esto es de aplaudirse, logrando que el espectador encuentre su historia dentro de la película, que conecte con ella y así lograr un círculo perfecto de película-director-historia y espectador.

"El viñedo que nos une" se encontrará dentro del Tour de Cine Francés que inicia el próximo 8 de septiembre en las salas de Cinépolis.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mike Flanagan, las películas para entender su estilo en Doctor Sueño

The killing of a sacred deer, el mito griego de Ifigenia

Verónica, todos somos manipulados por nuestras propias mentes