Verónica, todos somos manipulados por nuestras propias mentes

Verónica es un thriller psicológico mexicano que deja atrás estas comedias románticas que nada aportan a la cinematografía actual y eso ya requiere de valentía suficiente que merece ir a ver esta propuesta del cine nacional.


Arcelia Ramírez y Olga Segura se encacargan de contarnos la historia de una psicóloga que se encuentra alejada de la sociedad en una cabaña en las montañas. Un día recibe una llamada para pedirle que reciba a una paciente llamada Verónica, a lo que ella se rehusa al inicio, pero termina cediendo por un buen ofrecimiento económico. Al llegar la paciente a la casa de la psicóloga, de inmediato hay una resistencia por parte de Verónica para ser tratada, y pronto comienzan a salir las molestias de ambas. Durante el tratamiento, la psicoanalista comienza a notar un comportamiento extraño en su paciente al mismo tiempo que ella también tiene un desbalance emocional.

Muy pocas veces el cine mexicano se atreve a explorar géneros que sean diferentes a las comedias o dramas. Casos como "Verónica" de Carlos Algara, se atreven a explorar el thriller psicólogico en la manera en que esta historia lo hace. Con personajes que si bien tienen algunas lagunas argumentales están bien delineados, como es el caso de "La psicoanalista" de Arcelia Ramírez, un personaje analítico y contenido casi al grado de llegar al estoícismo, que encuentra un desbalance en su vida personal y profesional al llegar Verónica de Olga Segura. Este último bien escrito, pero no bien actuado, el desempeño de esta joven actriz demerita al lado de Arcelia, por momentos la noto muy sobreactuada, en otros muy abajo en el tono y a veces no le creo al querer convencernos de las intenciones del personaje.



La película brilla demasiado cuando Arcelia  aparece en pantalla, que afortunadamente es la mayor parte, incluso me atrevo a decir que aunque la situación del personaje fuera de lo más inverosímil, gracias a ella la película saldría a flote, pero no es el caso.

La historia fluye entre flashbacks al personaje de Verónica donde se exploran las razones del por qué se encuentra en terapia. Sin embargo no sabemos nada de ella, si tiene padres, quién le paga el tratamiento, en fin, lagunas argumentales. Al igual que el personaje de Ramírez y aunque en menos cantidad, también tiene algunas fallas que no me convencen del todo. Solamente daré un ejemplo de esto: en una escena, la psicóloga y Verónica se encuentran en plena sesión, y en pleno test la paciente interrumpe a la psicóloga para preguntar qué van a comer (inverosímil, pero puede ser por las características del personaje), seguido de esto ya están comiendo. ¿Cómo y quién preparó la comida? No hay más personajes más que ellas dos, ¿acaso la doctora también es la cocinera de la paciente? ¡En fin!

A mi gusto estos detalles se pudieron haber evitado con una pequeña revisión del guión y las situaciones de cada personaje, pero se le perdonan por las buenas intenciones de hacer una historia diferente dentro del cine nacional. También acepto que deduje rápidamente el final y el plot twist, sin embargo esto lo se lo debo a las repetidas veces de ver películas de Hitchcock que también hubiera escrito un personaje de estas características si viviera.



En general el ejercicio cinematográfico de suspenso se agradece demasiado, a pesar de los vacíos de guión y situaciones inverosímiles. Verónica es un producto muy superior a lo que hemos estado mirando en los último meses y años. Te mantiene atento a lo que le suceda al personaje y a su desenlace. En pocas palabras, me gustó y me emociona ver material de este tipo en el cine mexicano.




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