Blade Runner 2049 y la melancofía (Spoiler alert)

Hace ya 35 años que Ridley Scott creó una de las películas punk más emblemáticas, no sólo eso, estableció una forma diferente de utilizar los recursos cinematográficos como los efectos especiales, la banda sonora y por qué no, estableció una nueva forma de historia.



En tiempos actuales (2017) el director canadiense Denis Villeneuve retoma la historia para darle una continuidad digna con "Blade Runner 2049", pero justo cuando se da el anuncio de esta secuela muchos no estabamos seguros si podría funcionar (yo no había visto aún el clasico de 1982 así que no sabía de lo que se hablaba, jaja) es como en la literatura querer continuar "Cien años de soledad" de Gabriel García Marquez, significaba alterar la historia del cine por un riesgo que no sabíamos si tendría éxito e iba a dañar la historia irremediablemente. Sin embargo las manos en las que se encontro este proyecto fueron las correctas, el director de varias películas como "Incendies" y "La llegada" tenía la experiencia necesaria para poder llevar un proyecto de este tamaño, pero no sabíamos el tratamiento que iba a tomar y si este iba a encantar a las multitudes.



Blade Runner de Ridley Scott planteaba una filosofía que retaba al espectador acerca de la existencia del ser, sus cuestionamientos y no escribo precisamente de la humanidad, ya que el director crea un alter ego de ella para plasmar estas interrogativas existenciales, ¿Quién soy?, ¿Cuál es mi propósito? ¿Hacia dónde voy?, preguntas que la humanidad se sigue cuestinando hasta el día de hoy. Muy pocas películas desafían al espectador como lo hizo la innovadora primera parte de Blade Runner. Su toque exitencialista y filosófico retó a más realizadores a crear un cine más inteligente con nuevas propuestas sin dejar de lado una buena historia.

"Blade Runner 2049" retoma escenarios, historia y algunos personajes de la original pero llevándola a otro nivel mucho más personal con toques intimistas respecto a su personaje "K" o Joe (Ryan Gosling). Con algunas escenas el director nos deja claro que su protagonista está más sólo que la bandera americana en la luna, no tiene a nadie mas que sus recuerdos implantados y a "Joi" (Ana de Armas) una inteligencia articificial en forma de holograma programada para hacer compañia. Y es aquí donde quiero poner mi primera anotación a este elemento del nuevo guión. Muchos la han comparado con "Her" de Spyke Jonze, pero la relación entre esta mujer holograma y "K" es mucho más existencialista y profunda del lado masculino; K no tiene a nadie y sin embargo es un replicante que comienza a tener sentimientos y empatía. También pensarías que Joi está teniendo sentimientos por su homónimo hombre, pero si se ve de manera fría esa I.A está hecha para eso, expresar amor, cariño y compañía, esto hace la soledad de K aún más trágica y conmovedora.



Sin embargo y este es otro punto que quiero tocar. K sabe que está sólo, sabe su objetivo en la vida, pero en cierto punto de la película estas certezas se van desvaneciendo cuando ve la posibilidad de ser alguien más especial que sólo ser un Blade Runner y abandona esas certezas por seguir una ilusión y esto me recuerda un poco a la historia de "David" en "Inteligencia artificial" de Steven Spielberg, cuando se desprende del único recuerdo tangible que tiene de su madre por tenerla un sólo día más, para luego regresar a la más oscura de las soledades. K queda aún más desolado y sólo que de lo que estaba al inicio de la historia, pero él abraza su soledad al aceptar el hecho de que él mismo no es especial, que solamente ha servido para un objetivo que va mas allá de él.

Ahora, respecto a Deckard (Harrison Ford). La continuidad que Villeneuve le da a este personaje es acertada, el hecho de introducirlo en la última hora no le da tanta importancia para opacar a Gosling, pero, le da su lugar de honor dentro de la continuación y cerrar con ese final verdaderamente conmovedor. La escena más memorable que es la de la nave en ese mar negro, que reconozco es una de las escenas mejor logradas porque logra transmitir el sentimiento de angustia y desesperación. Harrison Ford se ve cansado al igual que su personaje, pero desarrolla un papel conmovedor y digno.



Las adiciones como Jared Leto y su discurso filosófico es un tanto forzado porque pienso no era necesario presentar a un supuesto "Creador", la historia no lo necesita porque tampoco proporciona respuestas, sólo sirve para obligar al personaje de Ford y presentar la replica de Rachel, me parece innecesario. Ana de Armas viene muy bien a la historia y proporciona el contrapeso necesario a esa soledad de K, que al final es mucho más depresivo que si no hubiera estado en la historia, porque quién no se deprimiría al perder a una compañía como ella. Robin Wrigth, un personaje circunstancial pero que dio peso a la historia y que es presentado con contundencia al ser la que impulsa a K a realizar todo lo que hizo por saber la verdad del que yo pienso es su protegido.

No puedo dejar de comentar el score de Hans Zimmer, maestro de los soundtracks de este tipo de películas. Retoma lo hecho por Vangelis, pero le da un toque para esta nueva versión. La música se siente conocida, pero es nueva, eso es gracias a la excelente mezcla que hacen gracias a la visión que les transmite el director con su historia, no es Blade Runner del año 1982, pero sigue siendo de la misma esencia.








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