El primer hombre en la luna, la guerra por la conquista del espacio

La mancuerna Chazelle y Gosling en El primer hombre en la luna, cumple con contar una anécdota importante en la historia de los EE.UU de manera limpia y digna, pero...

El director Damien Chazelle ya ganó el Oscar por La la Land y anterior a esta tuvo un gran éxito con Whiplash que le valió un Oscar al actor J.K Simmons como mejor actor de reparto, mejor sonido y mejor montaje. 

Ya con varias proyecciones en festivales internacionales y con un recibimiento principalmente positivo por parte de la crítica internacional, El primer hombre en la luna tuvo una proyección especial de apertura en el Festival Internacional de Cine Morelia y también tuvo un recibimiento aceptable con la prensa mexicana. Con esta película el director ya tiene 4 largometrajes y un cortometraje, todos estos premiados y reconocidos en todo el mundo.

 La película cuenta muy bien y puntualmente la anécdota sobre el primer alunizaje de la humanidad en la luna. El ingeniero Neil Armstrong fue el primer hombre en lograr dar este paso, como él mismo lo dijo: 

"Una pequeño paso para mí, pero un gran paso para la humanidad"

 Pero también relata muy a profundidad la vida del astronauta sin llegar a ser una biopic. El realizador trató de que no fuera la historia de Armstrong, sino del hecho en sí mismo, lo cual reconozco que supo hacer muy bien. Mantiene un balance entre la vida íntima del personaje, su familia y relación marital con todo el proceso que tuvo que vivir para poder llegar a ser el hombre que hizo historia llegando a la luna. 

También la película dibuja muy delicadamente el contexto histórico en el que los EE.UU se encuentra en el momento en que este hecho histórico se está gestando. La guerra fría, La guerra de Vietnam, las protestas sociales acerca del gasto que implicaba cada una de las misiones eran parte de los muchos problemas sociales que los americanos vivían en ese tiempo.

La tensión política entre los EE.UU y Rusia por la conquista de la superficie lunar causaba un estrés nacional, esto a su vez ocasionaba tensiones sociales entre los que estaban de acuerdo y no por esta supremacía de poder político, que, probablemente en su momento para algunos podría ser banal e irrelevante ante los problemas que vivía el país y que hoy son importantes por los adelantos científicos que significaron para la humanidad. 

Asimismo tiene algunas subtramas que no logra cubrir del todo y que le quitan la atención a lo verdaderamente importante como lo es el hecho en sí y mezclado con la perspectiva intimista que Damien Chazelle logró plasmar en la historia y que cierra abrupta pero efectivamente con una secuencia sentimental ficcionada que le da sentido a parte de la frialdad del personaje pero que a mi punto de vista desdibuja las intenciones de contar el relato efectivamente. Estos desarrollos personales del personaje de Ryan Gosling hacen que la película se sienta larga y aburrida, también por momentos redundante, pero que de la mitad en adelante se reactiva y enfoca en la misión del Apollo 11 para después llegar a la luna.

Quizá fue esta sensación extensiva de la historia lo que me produjo un malestar al verla y que no me hiciera conectar con su personaje principal, que a mí punto de vista Gosling actúa como siempre lo hemos visto en Drive o Sólo Dios perdona, sin embargo lo hace muy bien porque sé que es un excelente actor. 

No me mal interpreten, El primer hombre en la luna es una película efectiva en su manera de contar la historia, el hecho en sí, pero que falla en algunos puntos (no importantes), que se quiso ir por el chantaje emocional y eso me hace creer que no estaban seguros de la fortaleza de su "importantísimo" hecho histórico nacional.

Algo que debo de reconocer es el tratamiento no nacionalista de Chazelle en el hecho histórico, exaltándolo más como un logro humano que norteamericano y de superioridad nacional lo cual puede ocasionar que la Academia se lo pueda reprochar al momento de asignarle algunas nominaciones importantes. 

El primer hombre en la luna es una buena película que enmarca efectivamente un hecho histórico importante con una aceptable actuación de Ryan Gosling y una buena dirección de Damien Chazelle.