El grinch, ¿Qué onda con esta fascinación por Eugenio Derbez?


Cuando el Grinch se robó la navidad es refrescada ahora por Illumination Entertainment, con un cuento de navidad colorido que no cae en el melodrama.


Es probable que todos conozcan la historia creada por el Dr. Seuss; ya sea por la cinta animada para televisión que cada navidad pasa en EU, o por la versión del 2000 protagonizada por Jim Carrey. De cualquier forma, cuando le llamamos a alguien en esta temporada por Grinch, sabemos que nos referimos al gruñón personaje que siempre está malhumorado y odia la festividad.
Después de 18 años, llega una nueva versión a cargo del estudio que nos trajo anteriormente otro trabajo del autor; El Lórax. La historia no sufre grandes cambios a su contraparte narrativa; cada año en la pacífica VillaQuien, los Quienes celebran con alegría, unión y amor la navidad. Todos excepto un habitante que vive a lo lejos en la montaña: El Grinch. Con un pasado tormentoso, se determinará a arruinarles la navidad a los habitantes de Whoville.
En esta ocasión con animación 3D, el estudio crea una adaptación que explota la técnica y presenta escenarios, colores y texturas que contrastan entre el hogar de nuestro personaje principal y la hermosa Whoville. Los primeros minutos de la cinta muestran a través de desplazamientos bien realizados, la rutina de los habitantes y la del Grinch con su adorable perro Max.
Entre arreglos navideños, luces, esferas y demás decoraciones, el diseño creativo de los escenarios lucen coloridos y consistentes. Para después transportarnos a la desolada, oscura y fría montaña donde vive nuestro protagonista. Todo esto musicalizado por Danny Elfman, quien aporta una banda sonora llena de vida y que se acopla perfecto a la historia.
Uno de los puntos negativos hacia El Grinch recae en el trasfondo del personaje. Aquí el clímax y la reivindicación de él llega de manera rápida y carente de contexto, de pronto cambia su percepción hacia la navidad y todo se resuelve fugazmente. Por el contrario, la trama no apela al melodrama para hacer llorar a la audiencia y se agradece. Los temas sensibles están ahí, pero son tratados de forma focalizada para que no llegue a distraer al espectador.
Debo destacar la relación entre El Grinch con Max, que instantáneamente genera empatía y refleja la lealtad de la mascota hacia su dueño. Al igual que la pequeña Cindy Lou, quien irradia dulzura y ternura.
En cuanto a las voces originales, Benedict Cumberbatch le da vida al malhumorado personaje. En contraste, la versión en español, Eugenio Derbez fue el encargado de personificarlo. Desafortunadamente, Eugenio no logra desprenderse de su usual tono de voz, y termina por ser un distractor en la cinta. En comparación con Benedict, que desde los avances no se logra percibir que efectivamente es su voz la que le da vida al Grinch. Al elenco en español lo acompaña Fanny Lu, famosa cantante colombiana que después de Enredados, vuelve a incursionar de manera estándar en el doblaje.
Sin duda una gran opción para estas vacaciones Los niños del hogar disfrutarán de una cinta corta y divertida, a la par que los adultos saldrán satisfechos de la sala con una película hecha para toda la familia. 

Texto por: Carlos Huerta  

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