Spiderman: un nuevo universo. Un guión exitoso y con infinito amor a la franquicia.


Hace mucho que la animación dejó de ser solo para niños, los creativos cada vez se arriesgan más para demostrarnos que pueden ofrecer historias bien construidas y con visuales sorprendentes. Hoy por hoy podemos decir que el terreno de la animación es una verdadera experiencia artística que va más allá de lo cinematográfico.
Spider-Man: Into Spider-Verse en su título original o Spider-Man: Un nuevo universo hace gala de ello y todavía se atreve a elevar la apuesta con una manufactura de nueva generación. Aún si no eres fan asiduo del alter ego de Peter Parker, esta película es el perfecto ejemplo del rango de posibilidades de la animación en un contexto contemporáneo.
El trabajo de esta película destaca por múltiples aspectos: una historia bien trabajada, personajes honestos y coherentes, una propuesta visual muy innovadora que en un principio homenajea al cómic, pero termina agrupando a un conjunto de diseños y estilos incluyendo otras expresiones tales como el street art, tag, o incluso el glitch proveniente del video arte.  

Reseña Spiderman


La trama arranca con Miles Morales, un chico adolescente de Brooklyn que acaba de cambiarse de un colegio público a uno privado en medio de una crisis existencial sobre lo que él considera ser y las expectativas que tiene su padre sobre su potencial. Para sumarse a esta crisis, la picadura de una araña nada convencional le hace tener ahora súper poderes que apenas sabe para qué sirven.
Para adentrarnos en el resto de la historia, retomemos algunos datos: Miles Morales es un personaje que surge en la industria de los cómics por allá del 2011 dentro de la categoría de los multiversos, que no son otra cosa más que universos alternos al “universo canon” que es el que comúnmente conocemos. La película, además de tomar este “universo” de Miles Morales como eje central, hace una adaptación de lo que en 2014 surgió como una línea de cómics titulada “Spider-Verse” donde se planteó la posibilidad de que los “diferentes universos” converjan y los “diferentes Spider-Man” se reúnan para enfrentar una determinada  crisis.
La adaptación resultó en un guión exitoso y con infinito amor a la franquicia, al personaje de Miles y a la industria de los cómics.
Continuando con la trama, a partir de un suceso extraordinario llegan al universo de Miles Morales otros “Spider”. Cinco personajes con características visuales muy contrastantes pero con el común denominador de ser empáticos y encantadores en la pantalla. Sus diálogos y eventuales chistes no solo mantienen el interés en la historia sino que además le aportan drama y emoción a la crisis planteada.
Con la posibilidad abierta de la existencia de otros universos y otros “Spider”  se impulsa la idea de que “cualquiera puede estar bajo la máscara”, Spider-Man bien podría ser un personaje llamado Peter Parker o un chico afroamericano de Brooklyn. En realidad y con el azar de la mordida de “la araña” este héroe podría ser cualquiera sin importar la edad, el género, su origen o circunstancia. 
Spiderman

Para todo lo visual, los desarrolladores eligieron tomar nuestro mundo actual y crear un mundo inspirado también en el arte de los cómics. Y es que desde el inicio la animación ofrece esta textura; podemos ver algunos cuadros de texto en el principio, pero va aumentando la experiencia cuando notamos puntos, trazos de sombras, trabajo de líneas o pequeños “errores de impresión” donde el color del dibujo aparece “fuera de registro” tal y como se veían en la historietas impresas.
La recreación de la experiencia de hojear un cómic se aprecia directamente en el trabajo de animación. Por referencia, la animación tradicional trabaja con veinticuatro cuadros por segundo, en Spider-Man: Un nuevo universo los animadores removieron la mitad de esos cuadros dejando que la acción fluya a doce cuadros por segundo, acentuando de esta manera la sensación de transición entre imágenes fijas, propia del cómic. La transición entre viñetas también es emulada con cambios rápidos entre tomas cortas, agregando dinamismo e intensidad a la acción.
Por otra parte, con cada uno de los diversos personajes “Spider” se ofrece un estilo diferente en la pantalla,  arte de dibujo, de cómic, de animación y de anime. El trabajo de múltiples artistas destaca en la pantalla con no una, sino múltiples paletas de colores, brillantes en algunos casos, saturadas en otros o con un focalizado trabajo de luz en las escenas nocturnas. Un menú variado de diseños y estilos que nunca luce lineal u homogéneo pero sí estimulante y enriquecedor. 
Spiderman

La película además cuenta con muchas sorpresas o “easter eggs” para entretener a los buscadores más minuciosos y motivarlos incluso a verla por segunda ocasión. La recomendación es no dejarla pasar y verla en pantalla de cine, porque todo este trabajo, que le aporta un valor visual único, está precisamente hecho para disfrutarse ahí, en una sala de cine.

Texto por: Nubia Cejudo Aparicio

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