La daga en el corazón, ¿es cine porno gay?
Yann Gonzalez dirige quizá una de las películas mexicanas más controversiales en años con La daga en el corazón. Una producción entre México y Francia que participó por la Palma de Oro en el 2018; también se exhibió dentro del Festival de Cine de Horror Mórbido y en todos ha dado de qué hablar.
Es el verano de 1979 y Anne, una directora de cine porno gay está filmando lo que para ella es su obra más importante. Sin embargo todo su cast está siendo acosado por lo que parece ser un asesino en serie. Al mismo tiempo la realizadora trata de hacer que la mujer que ella ama regrese a la relación codependiente y destructiva que tenían.
La daga en el corazón es una película temeraria y atípica por distintas razones: por el género al que hace honor, el tema que desarrolla y las escenas de sexo gay explícito que contiene. Me gusta mucho la idea de hacer un cine de género que lleve al público mexicano a explorar diversas historias, así mismo valoro bastante que no sólo seamos reconocidos por las comedias típicas mexicanas de Eugenio Derbez, sino también por guiones con situaciones y personajes interesantes que hacen que el espectador cuestione géneros, épocas y estilos artísticos.
Lo atractivo de la película de Yann Gonzalez no es para nada lo abierto de sus escenas sexuales, ni el acercamiento tan distinto que hace al cine queer. Lo que realmente valoré de esta película fue su osadía de hacer cine de época que incluyera una metahistoria combinando el género giallo con el refinado slasher y al último de la cadena, la temática gay. La mezcla de estos tres elementos resultan efectivos más no comerciales. Estamos frente a un filme que está siendo pionero en nuestro país cuando apenas se aceptan películas con temas gay como: El cielo dividido de Julián Hernández y Cuatro Lunas de Sergio Tovar Velarde. No obstante La daga en el corazón introduce una película de género con cine porno gay enmarcado en la década de los setenta.
Este atrevimiento lo aplaudo y estoy seguro que se convertirá en un referente dentro del cine de culto de terror y horror. Sin embargo no lo es tanto en su desarrollo. Creo que si ya estás haciendo una película con estas características, su narrativa debe ser liviana para el espectador que no está acostumbrado a este tipo de películas. Haré referencia a Mandy de Panos Kosmatos que, al igual que La daga en el corazón fue exhibida dentro de Mórbido.
El director griego te introduce en una atmósfera terrorífica con personajes atípicos con un protagonista interesante. Una estética psicodélica combinada con la más sangrienta portada de música metal que te puedas imaginar y aún así no se hace pesada. Ambas películas son de género, son slasher y son atípicas incluso en su propio estilo.
Con lo anterior no quiero decir que La daga en el corazón es mala, me refiero a que la forma en la que nos la está contando en algunas partes no es efectiva y parece más una película de Almodóvar con un asesino en serie rondando. Pienso que debió enfocarse más en desarrollar el slasher que presume que es, con la dinámica del mismo género, pero no es así. Es redundante en la trama de la directora tratando de que su ex regrese con ella, haciendo que se pierda o que explique demasiado tarde la trama de su asesino que es más interesante.
La daga en el corazón es una muy buena película de género pero que se pierde en contar las historias que la deberían de definir como una fiel representante de su estilo y estética.
Es el verano de 1979 y Anne, una directora de cine porno gay está filmando lo que para ella es su obra más importante. Sin embargo todo su cast está siendo acosado por lo que parece ser un asesino en serie. Al mismo tiempo la realizadora trata de hacer que la mujer que ella ama regrese a la relación codependiente y destructiva que tenían.
La daga en el corazón es una película temeraria y atípica por distintas razones: por el género al que hace honor, el tema que desarrolla y las escenas de sexo gay explícito que contiene. Me gusta mucho la idea de hacer un cine de género que lleve al público mexicano a explorar diversas historias, así mismo valoro bastante que no sólo seamos reconocidos por las comedias típicas mexicanas de Eugenio Derbez, sino también por guiones con situaciones y personajes interesantes que hacen que el espectador cuestione géneros, épocas y estilos artísticos.
Lo atractivo de la película de Yann Gonzalez no es para nada lo abierto de sus escenas sexuales, ni el acercamiento tan distinto que hace al cine queer. Lo que realmente valoré de esta película fue su osadía de hacer cine de época que incluyera una metahistoria combinando el género giallo con el refinado slasher y al último de la cadena, la temática gay. La mezcla de estos tres elementos resultan efectivos más no comerciales. Estamos frente a un filme que está siendo pionero en nuestro país cuando apenas se aceptan películas con temas gay como: El cielo dividido de Julián Hernández y Cuatro Lunas de Sergio Tovar Velarde. No obstante La daga en el corazón introduce una película de género con cine porno gay enmarcado en la década de los setenta.
Este atrevimiento lo aplaudo y estoy seguro que se convertirá en un referente dentro del cine de culto de terror y horror. Sin embargo no lo es tanto en su desarrollo. Creo que si ya estás haciendo una película con estas características, su narrativa debe ser liviana para el espectador que no está acostumbrado a este tipo de películas. Haré referencia a Mandy de Panos Kosmatos que, al igual que La daga en el corazón fue exhibida dentro de Mórbido.
El director griego te introduce en una atmósfera terrorífica con personajes atípicos con un protagonista interesante. Una estética psicodélica combinada con la más sangrienta portada de música metal que te puedas imaginar y aún así no se hace pesada. Ambas películas son de género, son slasher y son atípicas incluso en su propio estilo.
Con lo anterior no quiero decir que La daga en el corazón es mala, me refiero a que la forma en la que nos la está contando en algunas partes no es efectiva y parece más una película de Almodóvar con un asesino en serie rondando. Pienso que debió enfocarse más en desarrollar el slasher que presume que es, con la dinámica del mismo género, pero no es así. Es redundante en la trama de la directora tratando de que su ex regrese con ella, haciendo que se pierda o que explique demasiado tarde la trama de su asesino que es más interesante.
La daga en el corazón es una muy buena película de género pero que se pierde en contar las historias que la deberían de definir como una fiel representante de su estilo y estética.
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