Hobbs and Shaw y el trago amargo de más de dos horas

Hobbs & Shaw es una película de acción dirigida por David Leitch (Atomic Blonde, Deadpool 2) y escrita por Chris Morgan, quien regularmente participa en la saga.

Hobbs and Shaw

La cinta es un spin-off de The Fast and the Furious y narra la historia del agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson) y del mercenario Deckard Shaw (Jason Statham), dos viejos conocidos que no se soportan entre sí pero deberán unir sus fuerzas para detener a ‘Brixton’ (Idris Elba), quien se ha hecho de un arma biológica altamente peligrosa. Hattie Shaw (Vanessa Kirby), una agente del MI6 (y hermana de Deckard S.) no tendrá otra que unirse a esta arriesgada misión.

El reparto (sobrante) lo conforman Eiza González, Helen Mirren, Eddie Marsan, Roman Reigns, Cliff Curtis, Ryan Reynolds y Kevin Hart.  Ninguno tiene real importancia.

La cinta con alrededor de 135 minutos de duración (135 minutos) es increíblemente entretenida. Al menos en su mayor parte. Jason Statham tiene el doble de experiencia con estos filmes que su compañero, Dwayne Johnson, y demuestra tener cierto carácter y liderazgo frente a la cámara, algo que luce completamente irónico ante la ponencia del texto, donde evidentemente Johnson es el primer referente. Vanessa Kirby se acopla muy bien a la dupla, formando un trío. Durante los primeros treinta minutos, pareciera que carecen de química (los tres), pero poco a poco van tomando ritmo. La participación de Kirby generalmente se siente fresca y acertada.  Idris Elba también cumple y da un poco más de lo que se le exige.

Hobbs and Shaw

Constantemente, la trama demarca en lo absurdo. Posiblemente el principal problema de esto sea el exceso de minutos en escenas cómicas o de acción. Y lo extenso que es su elenco. A la cinta le sobra por lo menos treinta minutos, los cuales resultan injustificados con respecto a su duración. De hecho, si quisieran, podría durar sólo veinte.

Lo que es impresionante, es la calidad cinematográfica con la que está elaborada. Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw debe ser la película de acción con menos errores fotográficos y más trabajo visual de la última década. Los detalles, las patadas, el fuego e incluso el extraño tributo hacia las primeras entregas de F&F, se sienten tan reales que en contadas ocasiones recuerdas que estás frente a una cinta más de esta interminable saga, que como es costumbre, carece del espíritu de The Fast and the Furious. La producción es excelente. La banda sonora -para variar- es rítmica y amable pero bastante olvidable.

Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw no pretende ser una cinta por encima del resto en el género y es por eso por lo que destaca frente a sus antecesoras. Con un guion simple y plano, predecible pero relajado, compensa el amargo trago de dos horas con escenas de violencia y comedia y riesgo de vidas a primer nivel.

Texto por: Alex Coca