Judy, la vida lejos del arcoris

El 22 de junio de 1969 la actriz Judy Garland fue hallada muerta dentro del baño en su casa de Londres. ¿La razón de la muerte? Una sobredosis de barbitúricos, pero meses antes se había degollado ella misma bajo la influencia de las drogas y el alcohol, pero fue salvada por los doctores. Judy es la Biopic que estrena este fin de semana protagonizada por Renée Zelleweger...

Rupert Gold incursiona en su segundo largometraje después de True story, donde dirigió a James Franco y Jonah Hill. 

Judy bajo la interpretación de la ganadora del Oscar por mejor actriz de reparto es la historia de la diva del Hollywood dorado, Judy Garland. La historia retoma los últimos meses en la vida de la actriz y cantante Judy Garland en el año de 1969 en la ciudad de Londres. Cuando después de estar en una clara bancarrota perseguida por los bancos y contratistas defraudados, logra despuntar en un centro nocturno, dentro del cual intensificó su alcoholismo, drogadicción y desórdenes alimenticios.

El montaje y narrativa de Judy es muy convencional, típico de las películas biográficas de actores, cantantes y bandas musicales. Aquí el gran fuerte y pilar de la película es la actuación de Renée, que realmente logró capturar gestos, corporalidad y voz de la legendaria actriz de los años dorados de Hollywood. Dentro de la historia que se conforma de flashback al tiempo cuando cierra trato y filma la película El mago de Oz, para después regresar al presente, donde, con una melancolía inherente, vemos a una Judy desgastada por la industria, devorada por las adicciones, los excesos y la soledad.

Aunque los temas de las drogas y los desórdenes alimenticios son tratados desde la superficie, el guion nos deja ver varios detalles que sí demuestran como la MGM explotaba a Judy haciéndola trabajar 18 horas al día, sin un sólo bocado bajo el efecto de pastillas que la hacían rendir mucho más a pesar del cansancio excesivo. Las restricciones de la comida para establecer un esterotipo de imagen y belleza, ocasionaron en la cantante una anorexia que se fue exacerbando con el tiempo y el alcoholismo. También trata, someramente, los problemas de custodia que peleaba con su segundo ex marido, situación que la llevó directamente a la ruina financiera y la hizo descuidar demasiado su carrera dentro del cine y la televisión.

La historia pone los temas sobre la mesa con la intención de que el espectador salga de la sala de cine con ganas de ver las películas de la actriz, pero también para que investigue acerca de su vida y como la industria la usó como la gallina de los huevos de oro hasta el cansancio, para terminar desechándola como juguete viejo. Sin embargo y aunque está armada de forma que el espectador sienta empatía con su protagonista, no ahonda en ninguna problemática, sólo demuestra las graves consecuencias de excesos que no se especifican de donde vienen, sólo sabemos y damos por entendido que son los gajes del oficio de ser actor.

Como comenté líneas anteriores, Judy toma su fuerza en la interpretación de Renée Zellweger quién estaría repitiendo su cadena de premios como cuando gano por Cold Mountain, si gana el Premio de la Academia por Mejor Actriz. 

Aún así y que cae en lugares comunes del su genero, la película cumple con plasmar la vida de Judy Garland, con una excelente actuación de su actriz y que vale la pena ver para disfrutar de su voz y actuación.