Negra navidad y mil maneras de arruinar un clásico

Bob Clark creó el primer slasher con un punto de vista subjetivo en el género, bueno, este título se lo pelea junto con John Carpenter. No me meteré en este asunto.

Esta película es Black Christmas y trataba acerca de una familia donde el hijo mayor cometió parricidio y fue encerrado en un manicomio. Billy Lenz muchos años después escapa y regresa a casa (cualquier parecido con Halloween de Carpenter no es coincidencia). A su llegada se da cuenta que está habitada por un grupo de mujeres que forman una hermandad dentro de una universidad. Las comienza acosar con llamadas telefónicas obcenas y pronto esta jóvenes se dan cuenta que las llamadas tienen su origen dentro de la casa. 

La historia ya tuvo su adaptación moderna en 2006 bajo la dirección de Glen Morgan, quien había dirigido alguna parte de la saga de Destino Final. A diferencia el clásico setentero es que añadió una historia de incesto y mucho más slasher. No fue un buen remake.

Para cerrar este 2019 tan pobre de buenas películas llega otro remake de esta historia. Pero sinceramente para ser una película de una egresada en Artes por la Universidad de Columbia, Negra navidad tiene la historia de un absurdo cortometraje estudiantil y la ejecución de un cinéfilo curioso del género del slasher.

Es tan estúpida como incoherente en muchos sentidos:

1. Absurdamente feminista. ¿Qué pasa con el cine? ¿Realmente estamos condenados a ofendernos con cualquier mensaje “incorrecto” que excluya a las “minorías” o “grupos vulnerables” que ya se filmarán películas con temas como el patriarcado machistas?

2. Incoherente y estúpida. Las protagonistas son estudiantes empoderadas que no quieren que las hipersexualicen. Sin embargo salen bailando estilo Pussycat Dolls en un festival de talento. Y aunque es una ironía crítica al machismo estudiantil, está de más y sobra como casi el 99% de la película.

3. Es un fraude. En una entrevista la directora dijo que el clásico de 1974 era una muestra de cómo las mujeres vivían y se dirigían en una sociedad moderna y que ahora, en su versión quería mostrar lo mismo, pero con las ideologías actuales. Lo logró, captó perfectamente lo frágil, hueca y estúpida que es la sociedad actual. Con tanta preparación e información a la mano se han vuelto, incoherentes e incongruentes, pero también chillones. ¡No tiene nada del clásico de Bob Clark!

Estamos frente a un producto mediocre, pero no en grados principiantes, esto es preocupante, porque si una mujer preparada en una prestigiosa universidad en la facultad de artes se le ocurre hacer esta porquería, no solo cinematográfica sino también ideológica, pero aparte una productora y distribuidora como Blumhouse y Universal Pictures, aprueban un proyecto así, ¡claro, por eso la historia en esta película retrata perfectamente estos tiempos, con gente tonta, hueca y estúpida al frente de todo que rige y educa al mundo!