Silencio radio y los favores del poder

Carmen Aristegui se ha convertido en una de las periodistas más importantes del país y esta relevancia se la debe mucho al caso de " La casa blanca", inmueble que el ex presidente Enrique Peña Nieto había recibido por parte de una empresa ferroviaria china que había "ganado" la licitación de la construcción de un tren dentro del país. 

La investigación que estaba bajo el nombre de la periodista, pero llevado a cabo bajo su equipo de staff tomó una relevancia internacional, recibiendo elogios de publicaciones importantes como: The New York Times por la calidad, valentía e integridad periodística de la cual ella era parte junto con su equipo de periodistas. Hasta ese momento Carmen Aristegui tenía un programa de radio dentro de la cadena MVS Radio, para después ser despedida de manera unilateral y sin ninguna razón coherente. Joaquín Vargas, director de MVS Radio en ese entonces, demandó por daño moral a la periodista al publicar un comentario dentro de su libro donde escribía un prólogo y señalaba que Joaquín Vargas había sucumbido ante los favores del poder.

Hago preámbulo sobre todo esto debido a que no es la primera vez que en México sucede un cese de la libertad de expresión. En 1976, Julio Scherer, dejó la dirección del periódico Excelsior por presiones políticas de parte de Gustavo Díaz Ordaz y también de su sucesor, Luis Echeverría, al enterarse que Scherer planeaba una modernización de la línea editorial que hasta ese momento el periódico había llevado. El periodista al dejar la dirección del periódico creó su propio semanario político llamado: Proceso. En 1977, ya bajo el gobierno de José López Portillo, Scherer recibió la oferta de recuperar la dirección de la publicación por parte del Secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles. La cual rechazó al mantener su integridad periodística y no deberle favores a ningún político dentro del poder.

Julio Scherer alguna vez se sentó frente a Carmen Aristegui y le dijo: "Aristegui, usted no es una periodista". Aunque ambos eran víctimas de privación de la libertad de expresión por su línea editorial, el director del semanario Proceso, no consideraba a Carmen parte de la investigación periodística formal e íntegra del país.

El documental Silencio radio de Juliana Fanjul nace de la idea de la directora, radicada en Suiza, por hacer una crónica acerca de lo que pasó después de la investigación que Carmen Aristegui lanzó sobre La casa blanca de Enrique Peña Nieto y que este la calló y sacó de su programa de radio en MVS. Aunque cronológicamente el documental está muy bien hecho y llevado a cabo con muy buen material no sólo de archivo de la periodista, sino también escenas inéditas donde se plasma la creación del medio Aristegui Noticias y de su nombre como parte de la integridad del medio de noticias nacional, llega un momento en que la realizadora no encuentra una neutralidad al no colocar en su documental toda la manipulación noticiosa y tendenciosa que Aristegui realizó por medio de manipular a su audiencia y público sobre (en ese momento) el candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador; en conjunto con un encubrimiento de las artimañas que Obrador realizó para llegar al poder y el desprestigio que la periodista ocasionó a diversos candidatos oponentes para en consecuencia dejar libre el paso al candidato de MORENA, por el cual, según ella no tenía preferencia alguna. En alguna parte del documental ella dejó en claro que si regresaba a la radio mexicana, no sería gracias a un favor político para mantener su integridad periodística intacta que la caracteriza, sino que sería bajo sus propios términos, condiciones y medios.  

Sin embargo el documental se ve cortado abruptamente y terminado con prisa después de que el candidato de MORENA ganó las elecciones presidenciales y termina con una frase por lo demás tendenciosa que hoy en día derrumba esos argumentos de integridad de la cual la periodista se jacta y, por lo tanto suena a mentira y manipulación: "tres cosas hará mi gobierno, no mentir, no robar ni traicionar al pueblo mexicano" -Andrés Manuel López Obrador-

Hoy en día y con la luz de la información más reciente sobre la administración del presidente mexicano, la periodista que hace menos de 3 años se jactaba de ser honesta y tener un compromiso con el pueblo que le dio su apoyo en la hora más oscura de su oficio, no ahonda en nada sobre las propias ineficiencias que el gobierno de Obrador tiene para con México. Ya no hay más investigaciones periodísticas extensas que acusen a ningún político, por la razón de que pertenecen al partido y corriente de la "íntegra" Carmen Aristegui. ¿Qué pasó con ese compromiso y transparencia informativa? ¿Por qué no habla sobre los cambios a reformas estructurales sobre la educación, economía y la viabilidad de proyectos como el tren maya? ¿Por que no habla de los recortes presupuestales que el presidente Obrador ha hecho en materia de cultura, educación, etcétera?

Silencio radio aunque está impecablemente hecho, es narrado de forma tendenciosa, parece más un artilugio propagandístico de los ideales izquierdistas de la comunicadora que realmente presentar un material que hable sobre la importancia de mantener una libertad de expresión sana, sin represalias, sin compromisos políticos, sólo se dedica a apologetizar a un sólo personaje que hoy en día está congraciada con el poder para seguir manteniendo su mundo de ilusión periodística basada en la desinformación y confusión del público que la escucha. No ahonda en los asesinatos de periodistas bajo el mando de López Obrador y tampoco de su relación con el narcotráfico, por lo tanto el material de Juliana Fanjul está lejos de expresar su consternación por la verdadera privación de la libertad de expresión dentro y fuera del país.