Anabelle, todo inició con un pacto (Anécdota)

Logro recordar que de niño siempre quise una ouija, pero por algunas anécdotas que mi mamá me confesó acerca de este juego nunca me atreví a comprarla y mucho menos a jugarla, y todo este miedo siempre fue porque me decían que era hacer un pacto con el diablo.



"Anabelle: la creación" se remonta a antes de la primera película que vimos de la muñeca diabólica, donde un matrimonio comienza a sufrir un ataque poltergeist de parte de una presencia satánica. De alguna forma el guionista Gary Dauberman, también escritor de la primera parte y de la próxima "The nun", se las ingenia para escribir una historia que funciona simplemente para lo que es, conocer el origen de la muñeca y de su apego demoniaco.



En "El conjuro" nos explicaba el matrimonio Warren que hay tres fases en una demonización:

1- Contacto
2- Aceptación
3- Infestación

Con base a lo anterior nos explicaban que los objetos no pueden ser poseídos, solamente sirven como un conducto de contacto con la persona a la cual los demonios quieren destruir.

También explican que para que un demonio entre a tu casa debes invitarlo, es decir, por medio de un pacto o una aceptación declarada. En todo esto el guionista Gary Dauberman y el director David F. Sandberg se basan para crear la precuela del universo de "El conjuro".

Respecto a lo anterior, el guionista consultó a un sacerdote católico que confirmó que lo planteado en la película es cierto o por lo menos muy cerca de lo que la religión católica y cristiana ortodoxa enseñan acerca de los demonios en temas de estudio como la demonología y jerarquización de potestades y demonios. Regularmente las personas no creen en este tipo de fuerzas, sin embargo, el hecho de que no creas que un objeto como el imán atrae el metal, causa que esto deje de suceder o de funcionar. Es decir, aunque no creamos que estas fuerzas actúan en nuestras vidas, lo hacen, las veamos o no, creamos o no.



Escrito todo lo anterior, debes de tener miedo al ir a ver "Anabelle: la creación" y tomar precauciones, porque aunque parezca una inofensiva película de terror el tema que trata es real y latente y si eres de espíritu débil puedes causar que alguna presencia se quede contigo y llevarla a casa. Y podrías reír y decir: pero no he aceptado a ningún demonio, ni lo haré, el ir a ver esta película es una ceptación suficiente para dejar que fuerzas malignas ingresen e infesten tu vida y familia.

Siempre sugiero al ir a ver una película de terror que vayan bajo su cuenta y riesgo y esta película es lo suficientemente fuerte, espiritualmente hablando, para causar un trastorno energético en la vida de los espectadores. Que no les extrañe si al llegar a casa se escuchan ruídos en la cocina o se cierran las puertas, lo más seguro es que ya hayan sido infestados por alguna potestad demoniaca y puedan ser el próximo caso del cual veamos en una película en los próximos años.




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