Historia de fantasmas, una historia rara vez contada

Estamos acostumbrados a ver la muerte en el cine con tramas de personajes que sufren la pérdida de un ser querido y tocan fondo por el dolor, luego llega la lección, que es cómo salir del trance y volver a retomar el camino. Esta cinta en cambio nos muestra la yuxtaposición de esta postura.

 Rooney Mara y Casey Affleck comienzan una típica historia juntos, casa nueva, vida en pareja, amor, ilusiones, planes, todos fluye lento y pleno, sin embargo una tragedia cuarta la felicidad de ambos y un fantasma llega a casa. 

Lo interesante es que al decir un fantasma, nos olvidamos de espanto o imágenes aterradoras, hablamos de un fantasma envuelto en una sabana blanca con dos orificios como ojos que observan todo. A partir de ese punto se nos cuenta el otro lado de la historia, como vive un fantasma la muerte, como va olvidando con el paso de los años quien fue y como se vuelve costumbre para él ser un objeto más en esas cuatro paredes y un simple observador de como la vida de la persona que amó sigue su curso y posteriormente la vida de las personas llegan a habitar y van cambiando constantemente en ese al que algún día llamo hogar. 

Alejada de varias lecturas, el director no toma el camino de "Los otros" de Alejandro Amenabar, ni tampoco de "El espinazon del diablo" de Guillermo del Toro, ambas películas te acercan a la vida literalmente fantasmagórica con tintes más de terror que de suspenso pero con un toque más profundo de lo normal. Y llevándolo al plano del análisis espiritual y filosófico.


En el “Fedón”, Sócrates expone los argumentos que apoyan la idea de la inmortalidad del alma: 

En primer término existen los contrarios que se originan en los opuestos. La vida y la muerte son contrarios y la vida produce la muerte, se puede suponer entonces que la muerte produce la vida, en un proceso cíclico eterno

 Bajo este argumento Lowery expone lo que pasa después de la muerte de una manera muy poética, contemplativamente artística cayéndo casi en la postura de lo etéreo. También dando pinceladas de una filosofía muy profunda dicha de manera muy coloquial para que el espectador tenga esta relación vida-muerte-vida muy presente y así darle el sentido a esta fuera de lo común historia de fantasmas.

La película avanza lento y con tomas largas pero necesarias para que el espectador analice y divague en su mente sobre la muerte y esa delgada línea que está película nos logra hacer cruzar una y otra vez hacia el amor de manera constante. Es verdaderamente interesante analizar la monótona, aburrida y triste 'vida' que lleva un alma día tras día deambulando por su casa, teniendo como única actividad asomarse a la ventana y esperar a que alguien cruce la puerta para sentir compañia, situación que te lleva a pensar más en la muerte que en la vida, cosa que pocas películas logran sin aterrar y esta me atrevería a decir con el plus de  retratar el pasar de los días de  un fantasma en una historia de amor, eso es, Historia de (Amor de) fantasmas.