María Magdalena, una lavada de cara al género bíblico


María Magdalena (Mary Magdalene, 2018) es el retrato de uno de los personajes bíblicos que más controversia han sufrido. Interpretada por Rooney Mara (The Girl with the Dragon Tattoo, A Ghost Story), el filme de 120 minutos narra el encuentro entre María Magdalena y Jesús de Nazareth. Dirigida Garth Davis (Lion, 2016) y escrita por Helen Edmundson, Philippa Goslett. La historia relata la vida de una joven mujer violentada por las jerarquías y costumbres de la época, quien desafía a su familia para unirse al nuevo movimiento social encabezado por Jesús (Joaquin Phoenix).


María Magdalena es un drama muy ligero y concreto que se divide en tres fases (visiblemente) marcadas. El filme no cumple con las características para ser considerado un “retrato biográfico” sin embargo se centra con una excesiva fluidez en el momento importante de su vida; en la mente del director.
Si bien la cinta podría ser (por lo menos) veinte minutos más corta, el director exagera en crear escenas “inspiradoras” una y otra vez, dando cuerda a un reloj que pierde ritmo con el paso del tiempo. Rooney Mara aporta un carisma muy sincero al sobresaturado guion, lo que genera solvencia en situaciones de muy bajo impacto. Su participación en la realización de toda la película es notoria, aportando un plus al dramatismo de la cinta sin caer en la exageración. 


Joaquin Phoenix interpreta a un Jesús mucho más serio, seguro y humano. El guion toma mucha fuerza durante la participación de Jesús de Nazareth. Phoenix demuestra ser un actor capaz de resolver cualquier circunstancia. Es esto lo que rescata la película, sus actores.
Como demás apóstoles encontramos (entre otros) las actuaciones de Chiwetel Ejiofo (Pedro) y Tahar Rahim (Judas), quienes por cierto cumplen su función. Me centro únicamente en estos dos actores pues son los personajes que más aportan al filme, sin embargo, el director es claro; la profundidad y las razones quedan a un lado. No importa nadie que no sea María Magdalena.
La fotografía en el filme es ‘cumplidora’, otorgando escenas muy buenas al espectador, con paisajes y sujetos muy bien definidos pero en otras ocasiones esa misma edición queda a deber, dando como resultado escenas apresuradas y de bajo nivel.


El soundtrack es suficiente, acorde a los tiempos y ritmos de la película pero nada espectacular.
La película es lenta por momentos, pero muy concreta. Un repaso a algo que ya conocíamos de lleno aporta un pelín más de seriedad al cine religioso. La recomiendo como nota para quien esté dispuesto a conocer un poco más de María Magdalena, única persona que vivió la crucifixión y resurrección de Jesús. María Magdalena no es para cualquiera, pero tampoco es un martirio. La cinta está bien, mejor que filmes cristianos anteriores pero se queda muy corta al intentar dar un lavado de cara al género.
Lo que promete ser una película sobre la vida de María Magdalena termina siendo un vídeo muy largo sin razón de ser. Quizás trata de explicar que María Magdalena no es la prostituta que por años se ha “pensado” (debido a declaraciones de la Iglesia) sino una pieza importante para el cristianismo. Pero nada más.

Por: Alex Coca

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