Ana y Bruno, la vida no es como Disney la pinta.

Una oscura historia acerca de la vida, la muerte y la locura. El director Carlos Carrera le muestra a los niños que la vida y mucho menos la muerte es como Disney la pinta.


Bien conocido tenemos que Carlos Carrera no es un director que sea condescendiente con el espectador. El crimen del padre Amaro y su cortometraje premiado en Cannes en 1994, El héroe son testigos de esto. Su intensa mirada a temas como la religión, la depresión y ahora la vida y la muerte, hacen de su carrera algo muy interesante.

Ana y Bruno es un trabajo de animación que costó 10 años en terminar, con una inversión de más de 8 millones de dólares. La cinta de animación mexicana a visitado los festivales de animación más importantes del mundo como el de Annecy y Quirino, en este último resultó ganador como mejor película de animación iberoamericana. También ha recibido el elogio de Guillermo del Toro:

Ana y Bruno es un hito en la historia de la animación mexicana


El proyecto estuvo cerca de ser dirigido por el director tapatío Guillermo del Toro cuando el productor Pablo Baksht le mandó el guión para que lo leyera, pero que tardó más de seis meses en contestar y dentro de ese tiempo el director Carlos Carrera tomó el proyecto en sus manos.

Con una espera de más de diez años Ana y Bruno por fin vio la luz en las salas mexicanas con una historia muy diferente a lo que otros estudios de animación nos presentan, incluso en los mismos temas. Coco de Pixar también toca un tema muy parecido al de Ana y Bruno, sin embargo la dirigida por Carlos Carrera tiene un giro de tuerca que impresiona, más por tratarse de una película que puede ver el público infantil. El estudio Pixar retomó una de nuestras tradiciones más arraigadas, un trabajo mucho más fácil, que crear un mundo totalmente nuevo y oscuro como lo hace el director de La mujer de Banjamín, ya desde ahí esta animación mexicana le lleva ventaja. Aunque Coco tiene un lugar especial en los corazones de los mexicanos por pagar respeto a esas tradiciones e ideologías, Carrera logra causar la misma emotividad creando un relato totalmente original, con los matices suficientes para entretener también a un público adulto sin aburrir al infantil.


Ana y Bruno es una historia oscura, sobre una niña y su madre que son llevadas a una supuesta casa de descanso cerca del mar, ahí son dejadas por el padre de familia y pronto Ana se dará cuenta que está dentro de un manicomio donde comienza a interactuar con los amigos imaginarios de los internos del lugar.

Desde la premisa de poner en contexto un hospital siquiátrico como el lugar donde se desarrollará la historia es algo diferente. Carrera se encargó de que fuera lo más realista posible y alejarse de todo convencionalismo que el mismo género ofrece, atribuyendo a sus personajes de un perfil mucho más oscuro, melancólico y por decirlo de algún modo, más macabro.

¿Es apta para niños? Mi respuesta sería que sí, ya que la infancia no está contrapuesta a que un niño no conozca la realidad sobre temas importantes como la vida y su extremo biológico, la muerte. La película también toca temas importantes como la vida después de la muerte, no alegorizándola ni maquillándola para que luzca exageradamente bien, sino presentarla como lo que es, algo triste que seguro será difícil de superar y que con el tiempo quien se haya ido se convertirá en un hermoso recuerdo.

La técnica de animación ya fue reconocida por festivales importantes del género y es considerada como una pequeña joya dentro del cine mexicano de animación, de hecho no hay un precedente que marque algo como lo que ha logrado, ni en historia ni técnica. Aunque "Anima Estudios" (La leyenda de la Nahuala) ha intentado crear películas infantiles que incluyan el folklor mexicano, no han desarrollado una historia como esta, se han enfocado mucho más a la aventura sin profundizar en temas filosóficos o espirituales como lo hace Carlos Carrera.

Algo curioso es que Ana y Bruno tenía la misma fecha de estreno que Coco de Pixar en el 2017, pero al ser anunciada la segunda los exhibidores aplazaron su estreno hasta un año después, que nos trae a esta fecha.

Estoy seguro que Ana y Bruno va conquistar corazones adultos e infantiles y que la taquilla mexicana será benevolente con estos locos amigos imaginarios.






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