Sin dejar huella, filme policiaco que te mantiene atento

Los buenos thrillers en el cine son muy raros, pero "Sin dejar huella" con Vincent Cassel y Romain Duris bajo la dirección de Erick Zonca es ¡EXTRAORDINARIO!


François Visconti (Vincent Cassel) es un detective con problemas de alcoholismo que le cae un caso de un adolescente desaparecido, Dany Arnault se ha desvanecido sin dejar una sola huella de su paradero. La madre lo vio irse a la escuela, sus amigos no lo vieron llegar, ninguna pista de él. De pronto Yan Bellaile (Romain Duris), profesor de Dany se da a notar de manera sospechosa al ofrecerse como voluntario en la búsqueda del joven. Visconti desconfía de todo y de todos cuando unas raras pistas comienzan a atormentar a la familia del niño. ¡Todo se complica!



Con una actuación atípica y efectiva, Vincent Cassel se transforma en Visconti. Un hombre alcohólico con una familia disfuncional. Tan excelente actor es que se le ve mugroso y jorobado, un hombre acabado por sí mismo y su trabajo. Minucioso y muy perspicaz en su profesión de detective que lo lleva a tener por sospechoso a todos a su alrededor. Siempre lo vemos con papeles extraños, antagónicos, pero sin duda esta es una de sus mejores interpretaciones. Su cabello, sus miradas, todo es ¡EXTRAORDINARIO!



Romain Duris, este actor "guapo-feo" también brilla por sí solo. Me había impresionado en "Una nueva amiga", pero, aquí como el profesor Yan Ballaile es lúgubre, mórbido y sí, muy sospechoso con su repentina preocupación por uno de sus alumnos con el que tenía una extraña relación. Realmente transmite esa mirada de alguien enfermo, un psicópata en potencia (no es spoiler), lo notas desde la primera escena donde aparece.

La historia, es un manjar aparte. Erick Zonca construye una situación confusa pero enigmática, con giros impresionantes que coquetean con el mejor cine negro como El halcón maltés, pero no llega a ser una pieza del género. Hay policías, un misterio, sospechosos, muchos elementos del cine "noir", pero su estilo es más del thriller, por su ritmo e intención de mantener al espectador esperando una resolución al misterio de la desaparición. Es un juego muy bien armado entre las pistas de la historia, la perspicacia del detective y lo sospechoso de todos los personajes. ¡No te aburres en ningún momento!



Sin dejar huella es una película con toda la intención de confundir al espectador, de llevarlo por caminos y pistas para que no suponga lo que viene delante. Es una película inteligente con "plot twist" que no se ven venir. Magníficas actuaciones de dos actores que son ya clásicos del cine galo. ¡Simplemente genial!

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