Un asunto de familia. ¿Qué es una familia?
La última película dirigida, escrita y editada por
el japonés Hirokazu Kore-Eda es un conmovedor retrato sobre una peculiar familia
que vive en condiciones precarias pero que demuestra apoyo y cariño entre sus
integrantes. Sin embargo conforme avanza la historia, revelará que nada es lo
que aparenta. Siguiendo la inquietud que ha tenido en trabajos anteriores por
el tema de la “familia” y entrando en la categoría de drama, Un asunto de
familia resulta una obra cinematográfica tan bella como agridulce.
La familia Shibata es una “Manbiki Kazoku”, “Una
familia de ladrones de tiendas” o una familia de “farderos” que es como se les conoce
en México. Está formada a la manera “tradicional” japonesa por una abuela, una
madre, un padre, una hija adolescente, un hijo preadolescente y una pequeña
hija, quien es adoptada después de que la encontraran sola y sin cobijo en una
noche fría.
Lo que forma el hogar es apenas un pequeño espacio
donde los pocos ingresos obtenidos con los robos del padre, la pensión de la
abuela y el bajo salario de la madre apenas alcanzan para subsistir. Esta
difícil situación económica se
estrecha todavía más a partir de la llegada del nuevo miembro, y sin embargo vemos
el esfuerzo que hace cada uno de sus integrantes para tratar de adaptarse y convivir
armoniosamente.
Para que una historia así funcione en la pantalla es
importante cuidar la construcción de los personajes y Hirokazu Koreeda lo logra con la
sensibilidad que caracteriza su trabajo. Es muy agradable ver que cada
personaje, aún los secundarios, están cuidadosamente detallados. Un reparto muy
acertado además logrará mostrar el lado más humano y vulnerable de cada uno de
ellos, con sus motivaciones, sus carencias y sus necesidades afectivas.
Si bien la exploración de lo que significa “familia”
en nuestros días ya había estado presente en sus últimas películas, es hasta “Un asunto de familia” que lo saca del
ámbito exclusivo del hogar para vincularla y devolverla a la sociedad a la que
pertenece. En este punto no es casualidad que ejemplifique a una familia través
del modelo tradicional japonés ni tampoco que la familia elegida sea una en
condiciones vulnerables dentro del sistema social y económico actual.
La búsqueda que le ha llevado a preguntarse cuáles
son los lazos que “forman” a una familia se transforma en esta obra también en
una reflexión crítica, en especial para la sociedad japonesa pero también para la sociedad
contemporánea mundial sobre aquellos aspectos que no vemos o que no queremos
ver.
En los últimos tiempos se ha vuelto más recurrente en
Japón la preocupación por la soledad en la que viven muchas de las personas ya sean mayores o más jóvenes. También ha
reducido el interés por casarse o iniciar una familia por los gastos económicos
que presupone. Permanece sin embargo en el imaginario social este ideal de la
“familia” que ya no es acorde muchas veces con la realidad y que ha sido
resultado de un sistema económico cada vez más voraz que se preocupa cada vez
menos por el bienestar de los individuos. Si en la película este grupo peculiar
de personas construye una familia es por la necesidad afectiva que en su
momento les resuelve.
Por otra parte, y en cualquier lugar del mundo,
existen estas familias que no veremos nunca como modelo familiar en los medios
de comunicación ni tampoco serán contempladas dentro de los programas de esquema
social o económico. La pobreza de las familias es un tema que se evade a toda
costa y más en una sociedad orgullosa por sus niveles de organización y trabajo
como lo es la japonesa. Sin embargo eso no significa que no existan, y tampoco
que el ignorarlas les excluya del lugar al que también pertenecen.
La particular manera de contar historias de
Hirokazu Koreeda para descubrirlas en capas cada vez más profundas nos brinda
la oportunidad de ver no solo un
cuidado y respetuoso modo de vivir muy diferente al que solemos estar
acostumbrados. También nos expone la moral y complejidad que puede acarrear esa
convivencia no solo para las personas que participen de ella, sino para la
sociedad en conjunto.
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