Halloween, ¡este boogeyman es real!
Muchos creen que Michael Myers es un mito. Que es el boogeyman. Un cuento para espantar a los niños y mandarlos a dormir. ¡Pero este monstruo es real!
NUEVOS DIRECTOR Y ESCRITOR
David Gordon Green en conjunto con Danny McBride crean un guión que regresa a lo básico de Halloween, esa simplicidad que John Carpenter imprimió en la película de 1978 y que se ha convertido en un clásico del cine. El productor Jason Blum ya es conocido por la calidad de guiones que apoya. Ejemplo de esto es ¡Huye! y otros proyectos más. También Malek Akkad y John Carpenter están detrás de este proyecto que es el regreso de Jamie Lee Curtis como Laurie Strode.
Han sido 40 años desde la matanza que Michael Myers perpetró en la ciudad de Haddonfield. La sobreviviente, Laurie Strode ha vivido recluida por el miedo en su casa, que mejor dicho es una cárcel donde entrena para poder enfrentar su propio destino y proteger a su hija y nieta. La noche del 31 de octubre Michael vuelve a escapar y busca, ahora sí terminar lo que dejó inconcluso hace cuatro décadas.
Primero que nada y para no andar con rodeos, la película es emocionante a morir. Aunque desestima las secuelas del hospital, H20 y Resurreción y también la reimaginación de Rob Zombie; la película es muy efectiva en su afán de entretener y proporcionar al espectador una secuela digna de la legendaria primera parte. Podemos entender que hay una limpieza y se quitan todas esas teorías sobre querer entender la razón de la maldad de Michael Myers. Esta película por fin termina con esos mitos que crearon las demás secuelas y comienza 40 años después de los primeros acontecimientos, otra vez cercanos a la fecha de Halloween.
LA BAD ASS DE LAS SCREAM QUEENS
Jamie Lee Curtis como Laurie Strode regresa con toda la pila para enfrentar sus propios fantasmas y dejar de ser víctima. También para proteger a su hija y nieta. El guión de Danny McBride y David Gordon Green proporcionan una base mucho más íntima para ya no entender a Michael, sino entender a la víctima que se ha convertido en un nemesis y que quiere dejar de serlo. Esta base le proporciona contundencia, credibilidad y peso al personaje principal que deja de ser perseguida para comenzar a perseguir.
Halloween (2018) es acerca de enfrentar los demonios, las cargas, el resentimiento y los sacrificios junto con las consecuencias de vivir con el miedo. Creo que el horror presentado en esta secuela tiene que ver con algo mucho más personal, una absolución que es necesaria para Laurie, su familia y poder, ahora sí, continuar sin la sombra de Michael Myers.
Aunque la película cuenta con momentos absurdos, son los típicos del género al que pertenece, no son gratuitos, de otra forma no existirían algunas situaciones que no podrían darse de otra forma. Cuenta con "gags" que son también balanceados con la cantidad necesaria de sangre; tiene más que la de 1978 pero no tiene esos brotes de violencia que le dio Rob Zombie a su propia historia. Creo que hay un muy buen balance acerca de lo es capaz un asesino en serie y lo que se puede ver en una pantalla de cine sin caer en lo risible e increíble.
LA ABSOLUCIÓN
Muy pocas películas de terror proporcionan la absolución a sus personajes. Este camino de 40 años para Laurie, se puede ver en su forma de ser, ha sido pesado, cargado de miedo y resentimientos que le ha costado estar lejos de su familia, pero también de su misma cordura. Creo firmemente que Laurie es la representación de nosotros mismos cuando hemos corrido de algo por mucho tiempo pero que probablemente debemos enfrentar muy pronto y vencerlo. Es una historia que raya en algunas profundidades y complejidades del ser humano, la forma en que asimilamos el perdón, la paz y el propio miedo.
Por fin podemos entender lo que ha sido para esta mujer ser perseguida no por un asesino de niñeras, sino por un fantasma. Mientras que toda la saga se encargo de querer comprender los motivos de Michael Myers y proporcionarle un background que ayudara a entender su psicopatía, nadie comprendía a la protagonista, no entendían y tampoco les interesaba su historia sin su contraparte. Por eso teníamos secuelas sin sentido, sí con muchas teorías, pero nada concreto con los personajes principales.
Halloween (1978) y Halloween (2018) son como esas fechas de los epitafios: "nació en - murió en". Pero la historia se encuentra en ese insignificante guión en medio de esas dos fechas y aunque el 2018 es el fin y la resolución para una, puede ser el comienzo de una larga agonía para la otra.
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